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Si hay una taréa que resulta sumamente difícil y hasta diría imposible; esa taréa es poner al día todos los asuntos que hallan pendientes.
Cuántas veces proyectamos en nuestra mente la posibilidad de encarar todos esos temas y comenzar a ejecutarlos hasta decir "ya está todo listo, ahora a disfrutar y descansar".
Pero lo cierto es que la gran mayoría de las personas nunca logran alcanzar este objetivo y siempre queda alguna cosa sin completar, o bien se van agregando nuevos temas y nunca se llega al final.
Qué hacer en estos casos?
Pues nada, simplemente hacer lo que se pueda y luego, después de recuperadas las fuerzas y las ganas, emprenderla nuevamente con aquello que no se pudo concretar y con los temas que se fueron sumando mientras te ocupabas de los más antigüos.
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